Rory Sabbatini, otra victoria del deporte sobre el cáncer

Hay tipos cuyos triunfos representan lo mejor del ser humano. Incluso aunque sean engreídos e insoportables como Rory Sabbatini, que el domingo se impuso en el Honda Classic.

El sudafricano, un jugador cuyos roces con el resto de los golfistas han sido llevados a titulares –el más sonoro fue el que le enfrentó a Nick Faldo al que le acusaba de ser muy lento en 2006, pero ha tenido con Crane, con Tiger…-, ganó el torneo de Palm Springs.

Su victoria evocó la otra reciente, la que no le dejó dormir durante noches, a pesar de que afortunadamente no tuvo la crudeza de otros casos conocidos en el golf, en el deporte y cotidianamente en la vida. Pero Sabbatini también está en ese grupo de admirables que han peleado o pelean contra el enemigo más temido: el cáncer.

Hace seis meses, a Sabbatini le detectaron un carcinoma de células escamosas, la forma más precoz en este tipo de tumores. “Me asusté bastante cuando me lo dijeron”, contó a los periodistas. “No era un melanoma, pero se acercaba a él y a mí me pareció que era bastante serio”. Fue intervenido el 28 de septiembre, sólo ocho días después de que su mujer diera a luz a su tercer hijo, un parto complicado que dejó a su esposa Amy dos días en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Fort Worth.

El tumor de la parte izquierda de la cara era de un centímetro de profundidad y un centímetro de ancho. Le quitaron ese trozo de piel y los médicos le insistieron sobre la necesidad de protegerse de los rayos ultravioletas en los meses siguientes.

Se aprovisionó de siete gorros de ala ancha, los que popularizó en el golf Greg Norman, y, de casualidad, dio con la empresa puntera en cremas solares del mercado. La que surte a la NASA y al ejército estadounidense cuando se expone a situaciones extremas. “Son muy buenos, no es una crema solar al uso, sino una crema hidratante con propiedades que no permiten que traspase en la piel los rayos solares. Es a base de aloe, de modo que el ph es el mismo de tu piel”, contó en la sala de prensa.

Los resultados físicos han sido fabulosos para él. Ha podido jugar ocho semanas seguidas y también jugará esta semana en el Doral, y el domingo saboreó su sexta victoria en el PGA Tour, circunstancia que no acaecía en los dos últimos años. Uno de los jugadores que más rechazo causan en el circuito encontró, sin embargo, esta vez condescendencia de sus compañeros.

Fuente: marca.com

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