Club Zaudín Golf, Sevilla

En las cercanías de la bella Sevilla, que se atisba desde algunos hoyos del campo, se encuentra el agradable campo de Zaudín. Un par 71 que lo tiene todo para el disfrute del juego por parte de todos los hándicaps. Anchas calles flaqueadas por ancianos olivos y esbeltas palmeras y por un rough muy recortado que facilita la recuperación de los golpes fallidos, para llegar a amplios y nobles greenes. A ello se une un buen cuidado del campo, un relieve planto en casi todo el recorrido y el recreo visual que ofrecen los lagos y vegetación del campo y las vistas sobre el Alfaraje sevillano.

Las dos partes del recorrido son muy diferentes. La primera es más técnica y variada con hoyos más cortos, pero con greenes bien defendidos por búnkers y lagos y calles muy onduladas. En la segunda parte los hoyos son más largos y exigen una gran pegada. La segunda vuelta es más monótona, salvo los dos últimos hoyos que son el broche de oro del recorrido. En ellos se encuentran los dos lagos más comprometedores del campo. Son hoyos estratégicos para arriesgar lo justo porque castigan cualquier mínimo error. Destaca el majestuoso hoyo 17 con salida en alto que permite ver todas las dificultades acuáticas que presenta: hay que dejar la bola en la plataforma adecuada y los más larga posible, para luego sobrevolar un ancho lago y parar la bola en green si no quiere acabarse en los búnkers traseros. En el 18 tenemos agua por la izquierda, lo que obliga a jugar por la derecha pero teniendo cuidado de no irse out, ni de caer en los bunkers de calle.

La casa club conserva los perfiles de una antigua hacienda andaluza (que producía cítricos y aceitunas de mesa), y cuenta con una magnífica cafetería con suculentas tapas y una magnífica terraza con vistas a los últimos hoyos bañados por sus grandes lagos y a la ciudad de Sevilla que se percibe al fondo del horizonte. El resto de las instalaciones son correctas (los vestuarios un poco angostos) y el servicio muy amable.

En definitiva, Zaudín Golf no es un campo grandioso, espectacular o sorprendente por su dificultad o diseño, pero sí un campo muy agradable para pasar una jornada relajada de golf. Sobre todo si no se busca obtener un gran resultado, probablemente más sencillo de lograr para los hándicaps medios y altos que para los bajos.

Fuente: Navarrasport.