
Su compatriota Jason Dufner, que manejaba una renta de cinco golpes en los últimos cuatro hoyos del torneo, fue el damnificado en el duelo final por alcanzar la gloria. Dilapidó esa jugosa renta con un pulso tembloroso en la recta final. Sucumbió con todas las de la ley frente a Bradley en el desempate, por un solitario golpe. Bradley no olvidará cómo se recompuso con dos 'birdies' en las tres banderas finales para colarse en el desempate.
El golf estadounidense conserva, desde 1994, al menos a un campeón por año en los grandes. Asimismo, la cifra de nuevos campeones con Bradley se eleva a trece en los trece últimos 'majors' disputados. El ganador vive el golf desde la infancia, cuando oyó, vio y disfrutó con los éxitos de su tía, Pat Bradley, una gran campeona de los años 80 y por sus éxitos en el Salón de la Fama. Sergio García firmó su tercera tarjeta consecutiva con 69 golpes (-1) para cerrar el torneo en una digna duodécima plaza.
Fuente: eldiariomontañes
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