Flamingos Golf es un campo ubicado en el mismo corazón de Marbella y que se extiende sinuoso alrededor de un hotel, el Villa Padierna, inspirado en los palacetes de la Toscana italiana y al que en 2008 se le otorgó la calificación de 'Gran Lujo' por parte de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la comunidad andaluza.
No es para menos. Entrar en Villa Padierna es sumergirse en las más nobles líneas clásicas, deleitarse con estatuas, antigüedades e inumerables obras de arte -en realidad son más de 800 de la Antigua Roma y del siglo XVIII- tanto en el exterior como en el interior de un complejo que parece respirar la historia que emana su decoración y su nombre -Padierna es un título nobiliario español- y que no revela que tan sólo acumula seis años de historia propia (fue inaugurado en abril del 2003). Lo mismo le sucede a Flamingos Golf (2002). El campo, que ofrece unas envidiables vistas al Mediterráneo, Gibrartar y en días despejados a la costa norte de Marruecos es ya un recorrido sólido en el que se ha disputado durante tres años consecutivos la final del 'The Daily Telegraph European Seniors Match Play Championship' .
Flamingos Golf
El campo de golf está ubicado en un valle aislado, lejos de la presión urbanística y en un entorno de montaña y mar inmejorables.
Su diseño es obra de un arquitecto de la tierra, el malagueño Antonio García Garrido que ha cuidado hasta el extremo la ornamentación del campo en el que es fácil encontrarse columnas romanas, estatuas clásicas, puentes de mármol y una agradecida vegetación autóctona de olivos y pinos y de numerosos cipreses que le confieren al recorrido mayor solemnidad. Es la suma del más puro y duro Mediterráneo de Roma.
A medida que se van jugando sus 5.714 metros desde blancas, (5.456 desde amarillas y 4.828 desde rojas) el jugador es consciente de la belleza y dureza que atesora. Varias subidas y bajadas para alcanzar los tees, algunos de ellos elevados sobre todo en la segunda vuelta que propician unos espectaculares vuelo de bola; calles aparentemente estrechas pero que recogen tanto que resultan benignas y greens holgados y rápidos en los que hay que estudiar con detenimientos sus dos o tres pianos. No se confíe, porque en este recorrido de 5 pares 3, 3 pares 5 y 9 pares 4, aumenta la intensidad y su dificultad de manera gradual según se va avanzando pero, sobre todo, mire. No deje de contemplar la obra de arte que se extiende ante sus ojos.
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