Hace unas semanas Obama se batió en la cancha de la Casa Blanca con miembros de su Gabinete y legisladores de ambos partidos. Entre la quincena de invitados al partidillo se encontraban hombres de todos los tipos.
Pronto alguien remarcó que eran todos varones. Desde entonces las críticas se han cebado con el presidente estadounidense, "tomamos buena nota", admitió contrito el portavoz presidencial, Robert Gibbs, pocos días después.
La solución ha llegado en forma de partida de golf. En su día Obama ya respondió que aquello no tenía sentido, argumentado que el 50 por ciento de los puestos en la Casa Blanca están ocupados por mujeres. Donde se incluyen nombres tan notorios como Hillary Clinton, Sonia Sotomayor, Christina Romer o Melody Barnes.
Ha sido precisamente Barnes, la encargada de cerrar el debate al jugar unos hoyos con el presidente norteamericano. La directora del Consejo de Política Interna de Estados Unidos saltó al campo con Obama para convertirse en la primera mujer que juega con él desde que este llegó a la Casa Blanca.
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