Nadal disfruta del Golf en Cantabria

El número dos del tenis mundial está este fin de semana en Santander para jugar al golf.

El número dos del tenis mundial e ídolo de masas, el manacorí Rafael Nadal (1986), se encuentra este fin de semana en Santander acompañado de varios miembros de su familia. Ayer llegó al Hotel Real en un microbús, procedente al parecer del aeropuerto de Parayas, y junto a él, entre otros, se encontraban su padre y su tío, el que fuera jugador internacional de fútbol, el central del Barcelona, Miguel Ángel Nadal. La intención del grupo, de al parecer unas veinte personas, es jugar hoy, sábado, un torneo en el campo de golf de Pedreña.

Una vez en el hotel de la calle Pérez Galdós, Rafa Nadal se hospedó allí con los suyos. En la recepción del establecimiento, no obstante, tuvo tiempo para saludar amablemente a un buen número de personas que se encontraban en el lugar. Rafa iba vestido informal, con jersey de color gris y una bufanda. Para salir al exterior, donde de nuevo les esperaba el microbús, se abrigó con una cazadora deportiva. Rafa Nadal y los suyos se desplazaron cerca de las diez de la noche al Restaurante del Puerto, en Puertochico, donde tenían reservada una mesa.
Hoy, a primera hora, Rafa Nadal y sus familiares se desplazarán al campo de golf de Pedreña donde tienen intención de permanecer durante toda la mañana. Al parecer, el campeón de tenis no ha reservado para hoy ninguna habitación en el Real.

Nadal rodó ayer, en el pabellón número 3 del Bilbao Exposition Center (BEC), un anuncio publicitario para Banesto. El spot, estilo 'Matrix', contó con la presencia de Ana Patricia Botín, presidenta de la entidad. Durante el encuentro, ambos se retaron a jugar un 18 hoyos y bromearon sobre los progresos de uno y otro con el 'drive'. De ahí podría venir la visita a Santander en la jornada de ayer. Como anécdota, alguien durante el rodaje le preguntó al tenista, gran aficionado al fútbol e hincha del Real Madrid, por el partido de vuelta con el Alcorcón. El manacorí respondió que «va a ser como robar a un niño». De su simpatía y de su grandeza dentro y fuera de la pista, no duda nadie.


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