Golf entre el Pirineo catalan y la Costa Brava

Parece mentira que en sólo una provincia española se concentren hasta 13 campos de golf, pero Girona es el vivo ejemplo de que la cantidad en el mundo del golf no está reñida con la calidad. Tres de estos campos están situados en el Pirineo Catalán, y el resto distribuidos entre Girona ciudad y la Costa Brava. Excepto los que se encuentran en el Pirineo, todos ellos están ubicados en un radio que no sobrepasa los 80 kilómetros , por lo que se puede jugar perfectamente en varios campos en una sola escapada, ya que la distancia de uno a otro apenas alcanza una hora de coche.

Practicar el swing con las altas montañas como espectadoras. Caminar hacia el green con la pelota como única preocupación. Buscar el birdie con el silencio como acompañante. Todo ello hace del Golf Fontanals una cita ineludible. Al pie de la sierra de Cadí, en los Pirineos Catalanes, se encuentra este magnífico y largo recorrido particularmente cuidado en todos los detalles y en un entorno único. Se trata de un campo en el que disfrutan especialmente los jugadores con experiencia, un lugar ideal para que demuestren su sentido técnico y su habilidad en los golpes.

Los 18 hoyos del Real Club de Golf de Cerdaña, sin embargo, se caracterizan porque son un poco cortos, sobre todo entre los tees y los greens. El entorno del campo está rodeado de chopos, pinos y abetos, ofreciendo parajes inigualables al jugador que busca naturaleza y autenticidad.

Completamente diferente es el Golf Platja de Pals, un recorrido de más de seis kilómetros con un diseño típicamente británico y rodeado de pinos centenarios. Es el campo de golf más antiguo de la Costa Brava, está pensado para poder practicar un golf potente y exige gran precisión. Los primeros hoyos no son excesivamente largos, pero como se encuentran rodeados de pinos y bunkers colocados estratégicamente se tiene que realizar un juego de mucha precisión para entrar en el green.

Más hacia el interior se encuentra el Golf Serres de Pals, que comprende tres zonas diferenciadas con suaves lomas, bosques de pinos y calles entre lagos que le otorgan la importante característica de adaptarse a todos los niveles de juego. Las vistas y el recorrido son espléndidos. Por un lado, destaca la riqueza en su vegetación y por otro las vistas al pueblo medieval de Pals y al área protegida de las Islas Medes.

0 comentarios:

Publicar un comentario