Se acaba el verano y con él, los días largos, el buen tiempo, la siesta, las vacaciones y la posibilidad como no, de poder jugar al golf hasta la puesta de sol. Para muchos quizás la mejor estación del año llega a su fin, el poder contemplar las verdes praderas de los campos de golf, cuando el color amarillento del calor recubre el resto de siembras.
Pero no debe cundir el desánimo llegan otras estaciones donde se puede disfrutar plenamente de nuestro deporte, el olor a hierba húmeda invadirá los campos, el viento fresco en la cara (a veces demasiado fresco!) son sensaciones distintas pero que también es bueno percibir, también tenemos que disfrutar de jugar con la ropa de agua y abrigo. Aprovechar el menor tiempo disponible necesita de organización para no perder la forma, aprovechar que algunos campos de prácticas tienen iluminación nocturna, nos permitirá mejorar nuestro Swing.
Y nos tendremos que conformar con jugar los fines de semana, pero probablemente lo estaremos deseando tanto que lo cogeremos con muchas ganas.
Ánimo y aprovechemos el otoño e invierno para mejorar y así el verano próximo sorprenderemos a nuestros amigos con la mejora obtenida.
Fuente: Amgolf.
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