Sotogrande, tierra reconocida de buen golf, cuenta con sobrados motivos para enorgullercerse. Uno de ellos es La Reserva, 18 hoyos diseñados por Cabell B. Robinson que mezclan potencia con técnica en un escenario unico.
Situado en la provincia de Cádiz (Andalucía, España), en el kilómetro 130 de la carretera nacional N-340, a 3 kilómetros del club vecino de Valderrama y a 150 metros del mar Mediterráneo, dentro de la lujosa urbanización de Sotogrande, el Real Club de Golf Sotogrande es considerado como uno de los 100 mejores campos de golf del mundo por "GolfWeb Editorial Staff", y el 5º en Europa.
Se trata de un recorrido largo, de 6.048 metros desde amarillas, que presenta greenes muy amplios y calles anchas, rodeadas de naturaleza. El jugador deberá ser preciso, en todo caso, con el drive, y elegir bien los palos para cada golpe.
Los primeros hoyos cuentan con las calles anchas pero con peligrosos búnkers en las caídas de los drive, así como unos greenes amplios pero bien resguardados, sobre todo el del hoyo 2, esquinado, con agua a la izquierda y arena alrededor. Cuando uno se acostumbra a sortear estos obstáculos, en el hoyo 4, un par 5 de 475 metros, encontramos un green con dos pianos que dificultan la partida. Los pares 3 de la primera vuelta, el hoyo 6 y el hoyo 8, cuentan con agua a la izquierda pero sus distancias, de 177 y 146 respectivamente, no dejan confiarse.
En la segunda vuelta, una de las delicias de este campo, los tees en alto, se pueden disfrutar desde el hoyo 10. En este hoyo será necesario saltar algua para llegar a green. Los pares 3, el hoyo 14 y el 16, son muy técnicos, cortos, en los que hay que definir muy bien y elegir el palo a la perfección. Si no, puede haber peligro.
Entre medias, dos de los hoyos más retadores. El hoyo 15, un par 5 de 459 metros donde los grandes pegadores pueden intentar llegar de dos.
Lo impedirá un lago a la derecha de la calle y para ponerlo más difícil, un green estrecho y profundo. En el 17, el agua también discurre por la derecha de la calle. Es un par 4 de 386 metros en el que el agua obliga a ir por la izquierda.
Son dos pares 3 y dos pares 5 por vuelta en los que predominan los búnkers de calle y antes de green. La naturaleza y la tranquilidad de este destino gaditano garantizan disfrutar del golf independientemente del resultado.
Fuente: El Periodigolf.
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