Las primeras bolas de golf se fabricaban artesanalmente, a base de pedazos de cuero cosido y rellenas de plumas de gallina o de oca, que previamente habrían sido hervidas y ablandadas, para finalmente darle una forma redondeada y compacta. Esta rudimentaria forma de bola, perduró durante siglos hasta mediados del siglo XIX.
En 1848 el Doctor Robert Adams Paterson inventó la bola a base de “Guta-percha”. Este material se producía a base del latex o jugo lechoso evaporado, procedente una especie de árbol muy común en Malasia. Estas bolas de “Guta-percha” también se fabricaban a mano, dándole la forma redondeada con la palma de la mano sobre un tablero. Aportaron un mejor y más controlado vuelo de la bola, y una mayor resistencia al agua que sus predecesoras.
Sin embargo, la auténtica revolución se produjo en 1898 con aparición de las bolas de goma. Bolas fabricadas a base de un hilo de goma estirado y enroscado, sobre un núcleo duro de goma. La primitiva “Guta-percha”., dio paso a la cubierta de “balata”, desarrollada en la primera década del siglo XX. Durante este período de principios del siglo XX, las bolas carecían de un estándar por lo que se fabricaron con distintos pesos y medidas (aunque todos ellos similares), hasta 1930/31 en que se definió el primer modelo de bola estandarizada por las Asociaciones de Golf Británica (1930) y de los Estados Unidos (1931).
Fuente: Golf Antique.
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