El 'putt' frena el asalto de Jiménez

Los veteranos de la Ryder Cup -Darren Clarke, Thomas Bjorn y Miguel Ángel Jiménez- resistieron ayer al empuje de los más jóvenes americanos -Dustin Johnson, Rickie Fowler y Lucas Glover- y saldrán hoy al campo del Royal St. George's, en el sudeste de Inglaterra, con esperanza de ganar el Abierto británico.

Clarke ha sustituido al también norirlandés Rory McIlroy como el favorito de la grada local y lidera la tabla con cinco bajo el par. Él, con 69 golpes, y Johnson y Fowler, con 68, fueron los únicos que le quitaron algo al par, que sólo Anthony Kim, con 70, igualó entre los 71 golfistas que superaron el corte tras el tercer día de torneo.

Eso da prueba de las dificultades del campo y de la jornada. Amaneció gris, lluvioso y ventoso, siguió gris, lluvioso y ventoso y sólo a media tarde menguó la antipatía de los cielos para dejar una velada agradable, que disfrutaron en el campo los últimos en regresar al club.

Jiménez, entre ellos, ya estaba en manga corta. Pero su compañero de recorrido, Bjorn, se metió en una caseta del hoyo 3 para quitarse ropa sobrante -llevaba al menos tres pertrechos bajo el chubasquero- porque el danés se había hecho a la idea de que el clima era más frío. Sergio García, que como Pablo Larrazabal cedió en su aspiración -ambos salen a nueve golpes del líder-, achacaba su pobre juego a que había pasado frío.

El del malagueño fue un recorrido que le puede llevar a uno a tirar el 'putter' al mar y dejar este juego. Pero como el hombre es como es, se fumaba un puro al final de la jornada y decía que no se hizo en ningún momento con la velocidad de los 'greens', que estaban más húmedos que la víspera y que no se había atrevido a forzar.

Pero ha estado en esta posición en otros grandes torneos y aunque su carrera muestra que es capaz de ganar en cualquier lugar del mundo, cabía preguntarle si además de la cuestión técnica de la velocidad de una bola sobre hierba mojada y de su broma de que «el hoyo se ha movido», había sentido también el temor de ganar. «Hombre, claro que hay algo de presión porque me quedaba corto y no me he atrevido a forzar. No le voy a dar haaaalaaaaa...», decía, componiendo el gesto de un 'swing' a cincuenta metros.

Tuvo oportunidades de 'birdie' y en unos casos quedó corto y en otros a un lado y, en el 16, en el perímetro de la boca del hoyo y a falta de un poco más de viento. El balance -31 'putts' contra los 24 de la primera jornada- resume en cifras lo que ocurrió.

El factor viento

Cree Jiménez que si hoy hay viento -y lo habrá, según el pronóstico, y será más fuerte a medida que vayan saliendo los líderes- el par del campo puede ser un buen resultado y que quizás se puede ganar con -5. El día de ayer lo demuestra, por lo que no descartaba en absoluto ganar este Abierto británico.

Thomas Bjorn, que fue excelente en los 'putts' muy largos y que estaría más cerca de Clarke si no hubiese fallado un par de tiros a menos de un metro, siente que este es también su año, tras el fallecimiento reciente de su padre.

Ganarán con permiso de la copiosa escuadra americana, que está a poca distancia de los líderes, y cuenta entre ellos a Phil Mickelson, quien, como Kim, Hansen, Coetzee, Love o Kaymer, ha de tener un día estupendo para vencer desde su posición de partida, en el par de los tres recorridos.


Fuente: El Diario Montañes

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