No es sólo leer las caídas

No es extraño ver como un error de lectura en una caída hace que un jugador profesional pierda una enorme cantidad de dinero. Lo que no es tan habitual es que el profesional pierda ese dinero por no leer las Reglas Locales.

El mes pasado se celebró el Misión Hills Star Trophy en China, un torneo de exhibición en el que participaban 20 profesionales de renombre y cuyo premio individual consistía en un único cheque de 1.280.000 $ para el ganador. Curiosamente, se produjeron muchas incidencias de Reglas, buena parte de ellas relacionadas con las Reglas Locales y las Condiciones de la Competición.

Estando en vigor la Regla de colocar bola en hierba segada a ras, Ryuji Imada la usó en varias ocasiones durante una vuelta. En un momento dado, su compañero-competidor, Danny Lee, se dio cuenta de que Imada estaba colocando la bola dentro de un palo de distancia (como habitualmente se establece en el PGA Tour), en lugar de dentro de la distancia de una tarjeta, que es lo que permitía la Regla Local establecida para la competición.

Ryuji no había prestado atención a la Regla Local establecida y había actuado conforme a la costumbre del PGA Tour. De resultas de ello, al entregar la tarjeta, Imada lo comunicó al director del torneo, y tras establecerse que podía haber cometido una infracción de la Regla Local en un máximo de 13 ocasiones, Imada añadió 26 golpes de penalidad a su resultado, evitando así ser descalificado.

Otra incidencia de Reglas la protagonizó Nick Faldo. Junto al evento individual se celebraba simultáneamente una competición PRO-AM. No siendo consciente de las Condiciones de la Competición, y creyendo que la competición era exclusivamente PRO-AM, Nick Faldo levantó su bola en un hoyo, cuando su amateur lo había concluido con un resultado menor. Una vez hubo salido del siguiente lugar de salida, sin haber rectificado su error, Nick Faldo se hizo acreedor de la descalificación por infringir la Regla 3-2, donde se dice que “si un competidor deja de embocar la bola en cualquier hoyo, y no corrige su error antes de ejecutar un golpe en el siguiente lugar de salida o, en el caso de tratarse del último hoyo de la vuelta, antes de abandonar el green, está descalificado.”

Pero seguro que el error más costoso lo sufrió Colin Montgomery. A la salida del hoyo 16 de la última jornada, Colin iba líder con –4. En ese hoyo, el golpe de Colin se vio interferido por un cartel de publicidad. Su caddie, con la ayuda de una causa ajena, quitó el cartel para que Colín pudiese jugar.

Sin embargo, en las Reglas Locales de la competición dichos carteles habían sido declarados obstrucciones temporales inamovibles (TIO’s), pudiendo el jugador obtener alivio bajo la Regla Local que trata sobre ellas, pero no pudiendo mover la obstrucción.

En el caso de Colin, la penalidad no fue de descalificación ni de 26 golpes, sino tan sólo de dos golpes por infracción de la Regla 13-2, que dice que “un jugador no debe mejorar su línea de juego moviendo, doblando o rompiendo cualquier cosa fija o en crecimiento (incluyendo obstrucciones inamovibles y objetos que definen el fuera de límites).”

Pero añadir estos dos golpes significó que el resultado final de Montgomery pasase de –4 a –2, perdiendo la oportunidad de disputar el desempate con Lorena Ochoa, que ganó la competición y el más de un millón de dólares en juego.

La moraleja es obvia: Se juegue lo que se juegue, lea siempre las Reglas Locales.

Y cuando disponga de tiempo, no pierda la oportunidad de visitar la Sección de Reglas de la página web.

Fuente.: RFEG

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