Era un día para el recuerdo. Tom Watson estaba líder con -5 después de una ronda de 65 golpes. En la cabeza de todos los aficionados staba aquel duelo al sol de 1977 cuando Watson ganó su quinto British frente a Jack Nicklaus precisamente en este escenario del Aisla Course. La nostalgia del recuerdo estaba invadiendo el escenario soleado y sin viento de un Open Británico desconocido. Y entonces Jiménez comenzó a despegar.
El malagueño estaba haciendo un juego muy sólido, con una primera vuelta de cuatro birdies. Y entonces en el 17, un birdie le colocó líder empatado con Watson y Curtis. En el 18, con el putt en las manos desde el ante-green, tenía 15 metros muy complicados. Y el putt entró. Líder en solitario a la Casa Club y despejando todas las dudas de los últimos torneos. 27 putts, 13 greenes en regulación y 12 calles de 14, un despertar que estaba pidiendo a gritos después de rondar buenas actuaciones en Escocia (13), Francia (25) o el BMW Internacional (4).
Los favoritos se han quedado más alejados. Tiger Woods, en una jornada muy discreta con +1, no ha sido en ningún momento un peligro para los líderes. Sergio García se ha mostrado más confiado. Sin embargo ha tenido luces y sombras. En la primera vuelta, un eagle en el 7 y un bogey en el 9, mientras que en el 16, un doble bogey en el 16 al caer al agua, le ropió el ritmo, lo mismo que le ha pasado a muchos jugadores eneste hoyo que ha sido el infierno particular de Turnberry. Al final el par y con trabajo por delante. Mientras, Harington, con 69, no se aleja demasiado de los primeros.
Sí han destacado Camilo Villegas, con -4 empatado con un nutrido grupo, como Stuart Cink o Steve Stricker. Del resto de españoles, Gonzalo Fernández Castaño ha terminado con 69 (-1), mientras que Álvaro Quirós ha acabó con +1 y Pablo Larrazábal, con +9.
Fuente: El Periodigolf.
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