Escapadas de golf en Castilla y León

El golf puede ser una nueva llave maestra para explorar Castilla y León. Esta es la selección de ocho campos con personalidad propia, estratégicamente situados, que durante un fin de semana le permitirán compaginar deporte, gastronomía, ocio, naturaleza y cultura.

1. Entrepinos (Valladolid). A veinte minutos del centro de Valladolid, en los alrededores de Simanca -famosa por su castillo lleno de valiosísimos documentos de los Austrias y Borbones-, se encuentra entre pinos uno de los campos más singulares y difíciles de toda Castilla y León. Entrepinos exige precisión. Cada golpe hay que planteárselo cuidadosamente para evitar el río y los fuera de límites que bordean el campo y los lagos. Aquí, a pesar de su par 69, la potencia es lo de menos, lo importante es la astucia del jugador.

2. El Fresnillo (Ávila). A menos de una hora de Madrid y a tan sólo tres kilómetros de las murallas de Ávila, se encuentra este insólito campo de golf, integrado dentro del complejo turístico rural Naturávila. Ubicado en la antigua Dehesa agropecuaria de El Fresnillo, cuenta con 140 hectáreas dedicadas a instalaciones de recreo y deporte, integradas de manera respetuosa en el medio natural que lo rodea. El campo, con un par 73 diseñado por Carlos Corsini, conjuga una abundante vegetación autóctona con numerosas rías y lagos que retan de forma continua al jugador. Todo ello con los Montes de Gredos como telón de fondo.

3. Riocerezo (Burgos). A sólo 10 kilómetros de la Catedral de Burgos, camino de Poza de la Sal, muy cerca de Atapuerca, se encuentra este campo diseñado por Alfonso Mata en 2002. Se trata de un recorrido de 18 hoyos con apenas relieve, aunque con bastantes obstáculos de agua. Destaca el hoyo 6 con un par 4 que requiere experiencia en el jugador. En este campo, como en la mayoría de los de Castilla y León, se pueden utilizar los talonarios Call & Play que ofrecen muchas ventajas (http://www.golfspainfederacion.com/).


4. Lerma (Burgos). Construido en 1992 sobre una antigua finca de caza de 220 hectáreas denominada La Andaya, el campo de golf de Lerma de 18 hoyos es un pequeño tesoro en mitad de la grandiosa sencillez de la naturaleza castellana. Un paraje de amplios y luminosos horizontes, de orografía sobria y vegetación poderosa, fácil de caminar y como cuentan en el mismo Club, «no tanto de negociar a la hora de agarrar los palos cuando el viento decide invitarse al juego, cosa que ocurre dos de cada tres días». No es un campo para principiantes, pero quien tenga un poco de práctica sabrá disfrutarlo sin problema.


5. La Valmuza (Salamanca). Severiano Ballesteros ha diseñado uno de sus campos más logrados en los alrededores de Salamanca, camino de Portugal, más allá del Campo ferial. Se encuentra dentro de una típica dehesa charra plantada con encinas y alcornoques, desde donde se divisan las manadas de toros en las fincas cercanas. Ha combinado 6 pares 3, con otros 6 pares 4 y 6 pares cinco, lo que le convierte en uno de los más equilibrados de Castilla y León. Algunos de los green se encuentran rodeados de un estratégico lago, conformando un recorrido exigente donde destacan fairways delimitados por árboles centenarios.


6. Villamayor (Salamanca). Justo al lado de las canteras de la característica piedra dorada de los edificios de Salamanca, se encuentra uno de los campos de mayor longitud y dificultad de Castilla y León. Diseñado por Juan Catarineu, se extiende por 74 hectáreas y cuenta con dos recorridos de estilos muy diferentes. El primero, que comprende los nueve primeros hoyos, es un campo de estilo inglés que respeta la orografía del terreno. Esta primera parte del campo es la de mayor dificultad, mientras que el segundo tramo se caracteriza por el estilo propio de los campos americanos, donde la dificultad de la zona viene dada por una mayor longitud entre los hoyos, la presencia de tres lagos y numerosos bunkers, además de de un centenar de peñas de granito, que aportan un carácter singular al conjunto.


7. León. A sólo veinte minutos del centro de León (en el término municipal de San Miguel del Camino) se puede jugar en uno de los mejores campos de la región. Diseñado por Manuel Piñero teniendo muy en cuenta el entorno paisajístico, marcado por suaves ondulaciones con manchas de roble bajo, el club de golf de León se caracteriza por sus amplias calles, numerosos bunkers y lagos además de greens de gran tamaño, lo que lo convierte en un recorrido bastante difícil para los principiantes. Cuenta además con dos putting green, un chipping green y un campo de prácticas de 350 metros de largo por 120 de ancho con cerca de 80 puestos.


8. Soria. Si hubiera que elegir un solo campo en Castilla y León, posiblemente el ganador sería el del Club de Golf de Soria. Inaugurado hace sólo cinco años, se encuentra a 10 kilómetros de la capital, en una finca espectacular de 72 hectáreas con 7 lagunas naturales, completamente rodeado de árboles, muchos de ellos robles centenarios, y a 1.100 metros de altitud. Ha sido diseñado con un par 72 por Manuel Piñero y Álvaro Alonso de Noriega, pensando en un jugador exigente que aprecia tener que utilizar todo tipo de palos.


Fuente: Ocho leguas.

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